Ya he hecho rosquillas dos veces desde que murió mi madre y creo que este año me han salido bastante mejor; no sucede lo mismo con el baño que es más delicado y aún debo perfeccionar.
Recuerdo paso a paso cómo mi madre trabajaba la masa con sus manos y con que perfección hacía las rosquillas todas del mismo tamaño (eso me falta a mí también : hacerlas más iguales).
Espero que le gusten a mi hermano pues se las voy a regalar para su cumpleaños que es hoy.
Recuerdo paso a paso cómo mi madre trabajaba la masa con sus manos y con que perfección hacía las rosquillas todas del mismo tamaño (eso me falta a mí también : hacerlas más iguales).
Espero que le gusten a mi hermano pues se las voy a regalar para su cumpleaños que es hoy.
INGREDIENTES:
- 4 huevos
- 1 taza de aceite (frito)
- 1 taza de azúcar
- 1 taza de leche
- 1 cucharada de bicarbonato (o un papelillo de Armisén)
- Harina la que pida.
Para el baño:
- 12 cucharadas soperas colmadas de azúcar
- 1/2 vaso de agua.
- 1 clara de huevo a punto de nieve.
PREPARACIÓN:
BAÑO:
En un cazo se ponen al fuego las cucharadas de azúcar y el agua y se deja cocer hasta que se forma un caramelo con textura de miel fluida. A parte se bate la clara de huevo hasta que alcance el punto de nieve y posteriormente se le añade el almíbar despacio, removiendo para que se mezcle todo y no se corte.
Sin dejar enfriar mucho se van untando las rosquillas con una brocha.