Recuerdo, como si fuera ahora mismo, aquellas nochebuenas de mi infancia cuando aún vivían mi padre y mi abuela y toda la familia se reunía en casa; el centro y motor de todo siempre era mi madre.
El menú, el mismo año tras año:
1º plato--- Ensalada de cardo con lomo de cerdo.
2º plato--- Besugo al horno en lecho de patatas.
3º plato--- Pepitoria de capón de corral criado por nosotras mismas.
Postre--- Sopa almendra.
Hoy comenzaré por el postre que he cocinado para la familia de Raimundo en estas fechas. En Ciudad Real no conocían este postre propio de Nochebuena en mi comarca. Les gustó mucho.
INGREDIENTES:
1 litro de leche.
1 paquete de pasta de almendra.
3 cucharadas de azúcar (yo eché edulcorante granulado).
Sopas de pan duro (del día anterior).
Canela molida.
PREPARACIÓN:
Se pone a calentar la leche a fuego lento y se trocea en ella el paquete de pasta de almendra. Se remueve la leche hasta que se disuelva completamente la pasta. A continuación se añade el azúcar y se disuelve despacio también con poco fuego.
A parte, se preparan las sopas de pan en un plato; posteriormente, se echan a la leche caliente. No hace falta que hiervan. Cuando han espesado un poco se echan en cuencos individuales y se espolvorean con canela molida. Servir frío.
(Truco de mi madre: ella incorporaba tres o cuatro monerías de mazapán picadas a trocitos muy menudos cuando ponía el azúcar).
A parte, se preparan las sopas de pan en un plato; posteriormente, se echan a la leche caliente. No hace falta que hiervan. Cuando han espesado un poco se echan en cuencos individuales y se espolvorean con canela molida. Servir frío.
(Truco de mi madre: ella incorporaba tres o cuatro monerías de mazapán picadas a trocitos muy menudos cuando ponía el azúcar).